La probabilidad es una parte de la aritmética que logra determinar la probabilidad del acontecimiento de una ocasión determinada, que se comunica como un número en algún lugar del rango de 1 y 0. Una ocasión con una probabilidad de 1 puede considerarse como una garantía: por ejemplo, la probabilidad de que una moneda se lance en “cara” o “cruz” es 1, a la luz del hecho de que no hay opciones diferentes, aceptando el nivel de las tierras de la moneda. Se puede considerar que una ocasión con una probabilidad de 0,5 tiene posibilidades equivalentes de suceder o no suceder: por ejemplo, la probabilidad de que un lanzamiento de moneda provoque “cara” es 0,5, sobre la base de que el lanzamiento es igualmente propenso a provocar “cruz”.”Una ocasión con una probabilidad de 0 puede considerarse como una inconcebibilidad: por ejemplo, la probabilidad de que la moneda llegue (nivel) sin que ninguna de las dos caras mire hacia arriba es 0, sobre la base de que o bien “cara” o bien “cruz” deben mirar hacia arriba. Algo incomprensible, la hipótesis de la probabilidad aplica estimaciones exactas para evaluar proporciones dudosas de ocasiones arbitrarias.
En su estructura más sencilla, la probabilidad puede comunicarse numéricamente como: el número de eventos de un enfocado en ocasiones separado por el número de eventos además del número de decepciones de los eventos (esto significa el agregado de los resultados potenciales):
p(a) = p(a)/[p(a) + p(b)]
La estimación de las probabilidades en una circunstancia como el lanzamiento de una moneda es clara, a la luz del hecho de que los resultados no están fundamentalmente relacionados: es posible que una ocasión u otra ocurra. Cada lanzamiento de moneda es una ocasión libre; el resultado de un preliminar no tiene impacto en los siguientes. Independientemente de la cantidad de veces secuenciales que una cara mire hacia arriba, la probabilidad de que lo haga como tal en la siguiente tirada es constantemente de 0,5 (50-50). La idea errónea de que un número de resultados consecutivos (seis “cabezas” por ejemplo) hacen más probable que el siguiente lanzamiento resulte en una “cruz” se conoce como la falacia del apostador, que ha llevado a la caída de muchos apostadores.
La hipótesis de la probabilidad tuvo su inicio en el siglo XVII, cuando dos matemáticos franceses, Blaise Pascal y Pierre de Fermat mantuvieron una correspondencia examinando cuestiones científicas manejando rondas de posibilidades. La utilización contemporánea de
La hipótesis de probabilidad corre el alcance de la petición humana e incorpora partes de la programación de PC, astronomía, música, pronóstico del clima y drogas.